miércoles, 26 de octubre de 2011


Hoy el campo argentino presenta "otra realidad".
El modelo agroindustrial implementado en el país en la década del 90 tiene sus raíces en el modelo norteamericano de desarrollo agroindustrial. Se trata de un modelo basado sobre el control de grandes empresas transnacionales sobre sectores claves del sistema agroalimentario, es decir el eslabón productivo, industrial y de distribución final de los productos.
Hoy en día este modelo está asociado a la revolución BIOTECNOLÓGICA Y LA INGENERÍA GENÉTICA Y VINCULADA CON LA DIFUSIÓN MASIVA DE SEMILLAS TRANSGÉNICAS.
Es un modelo
RESISTIDO FUERTEMENTE A NIVEL PLANETARIO DEBIDO A LOS SEVEROS DAÑOS QUE CAUSA A NIVEL AMBIENTAL, SOCIAL ( SALUD HUMANA) Y ECONÓMICO ( AUMENTO DE BRECHA ENTRE RICOS Y POBRES).
En Argentina, la fiebre sojera nace en los años 90, dado que si bien el cultivo de la soja comienza su expansión en los años 70, es en la década del 90 (cuando se aprueba la difusión de la soja transgénica en el país) que se inicia la sojización que perdura hasta nuestros días en nuestro territorio.
La producción pasa de 3,7 millones de toneladas en 1980 a 47,5 millones de tn en el 2007, de los cuales casi en su totalidad es soja transgénica y se exporta.

Hasta la década del 90, éste era un país de chacareros, cooperativas, industrias nacionales y de cadenas agroindustriales siendo claros ejemplos Terrabusi y Bagley. Había una lógica orientada a la exportación pero también de producir alimentos orientado al consumo popular masivo y el autoabastecimiento.
Actualmente se opera bajo la lógica del "agronegocio". Dicho proceso se realiza en el marco de arreglos institucionales que facilitaron la consolidación de este sistema en el país. Se trata de un sistema que "propicia el control por parte de las empresas transnacionales de sectores claves: de la actividad" por ejemplo: la provisión de las semillas e insumos básicos (paquetes tecnológicos), la compra de tierras en algunas áreas, muy rentables para las transnacionales, el control del proceso industrial y comercialización.
En este sentido un momento importante fue cuando en 1991 se firma el decreto de desregulación que eliminó las Juntas Nacional de Granos, de Carnes, etc, transformándose el agro argentino de la noche a la mañana en uno de los más desregulados del mundo, quedando sujeto a los vaivenes de la economía mundial.
Otras medidas adoptadas fueron:
  • Flexibilización de las leyes de arrendamiento.
  • Privatización de silos.
  • Privatización de puertos.
  • Venta de los ferrocarriles.
  • Surgen los pool de siembra.
  • La industria alimenticia se extranjeriza
Crecen los super e hipermercados con fuertes capitales extranjeros